Un remedio para diferentes problemas

Escrito por: M.Sc. Miguel Hernández Fernández

Polémica ha generado por doquier la publicación en Gaceta Oficial de Cuba la Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba (BCC) acerca de las normas bancarias sobre límites de cobros y pagos en efectivo en moneda nacional, su depósito, extracción y tenencia.

En el actual escenario cubano se han percibido diferentes problemáticas relacionada con la bancarización: insuficiente disponibilidad de efectivo en los cajeros automáticos, no existencia de cajeros automáticos en todos los territorios, poca disponibilidad de POS en unidades de prestación de servicios y venta de productos, escaso conocimiento de usuarios (cliente y vendedores) del uso de los canales electrónicos para los cobros y pagos, rechazo al cambio para gestionar los cobros y pagos por las pasarelas de pagos y otras opciones disponibles, intermitente disponibilidad de efectivo para extraer por caja en las sucursales bancarias, interrupciones temporales del servicios de los canales electrónicos para cobros y pagos, miedo ante posibles estafas o robo de saldos de cuentas personales.

Asimismo, se ha impregnado una mala práctica de no depositar el efectivo producto de la comercialización de bienes y servicios en las cuentas corrientes por parte de las MIPYME, TCP y otros actores económicos. Cada quien tiene sus razones ¨bien¨ fundamentadas y justificaciones sobran por sacos, lo que no es permisible que se hayan creado ¨mini-bancos¨ (en ocasiones, se venden contenedores de productos y los ingresos nunca o casi nunca se depositan en el banco, por solo citar un caso). El desconocimiento no exime de la responsabilidad, lo he escuchado en más de una ocasión, y el manejo del efectivo en caja chica tiene sus regulaciones y destinos. Ser empresariado no es solamente constituir una empresa y exigir los derechos, si no asumir también las responsabilidades que implica tal decisión desde todos los ámbitos.

Actualmente, la banca electrónica ofrece múltiples opciones para la gestión de las cuentas corrientes a distancia, solo teniendo los permisos de acceso, internet, electricidad y un terminal de acceso (teléfono, PC, laptop), y el costo es ínfimo, de solo 100.00 CUP al mes. Con esta opción, los empresarios pueden gestionar los pagos a los proveedores, aportes a la ONAT, consultar el Estado de Cuenta, depositar cheque (esto está disponible para algunos actores económicos) y el pago de salario luego de domiciliar las nóminas. También, está la posibilidad de escanear un código QR y que el cliente (persona natural) pueda transferir directo a la cuenta corriente, trayendo consigo la disminución del manejo del efectivo para evitar faltantes o sobrantes, robos y otros males.

De igual manera, se precisa que las políticas públicas sean coherentes desde la gobernanza, con participación, diálogo y consenso. Asistimos a otra temporada donde se sataniza al sector privado (recuerden que en el año 2017 ocurrió algo similar, luego se impuso una actualización de la legislación que nos puso en un cepo económico, y hasta en el congreso del PCC se habló de la esencia de estas formas de gestión no estatal), buscando el culpable de los males sociales y económicos que aquejan a la Cuba de hoy. No es justo, ni bueno, ni verdadero. Las medidas tienen que ser justo por pecadores, para todos los pecadores, sean del sector que sea (gobierno, empresas, hasta etc.).

La tan debatida norma jurídica del BCC permitirá en un corto plazo que los cajeros automáticos tengan posibilidad de disponer de efectivo para extraer (si hay conexión, y los habilitan frecuentemente ante la necesidad creciente y desmedida de efectivo para compras las necesidades personales y del hogar), lo que puede ser un remedio para un problema, puede generar otros desafíos, al menos en la economía sucede así.

He leído que algunos socios de empresas privadas desean liquidarlas o suspender las operaciones por un tiempo debido a la implementación de esta norma jurídica. Y es que, se generan problemas que nadie decide ni dice cómo resolver. ¿Cómo extraer los dividendos en efectivo? ¿Cómo extraer el efectivo de la cuenta corriente de la operación de compra en el exterior? Estos números son de miles y millones de pesos cubanos y no habrán pensado que en un cajero automático sería la solución, pues desde hace poco tiempo las sucursales bancarias han orientado que transfieran estos conceptos desde las cuentas corrientes de operaciones a las cuentas de ahorro de los socios. ¿Cómo los socios de las MIPYME van a disponer de este monto de efectivo para comprar la divisa en el mercado informal? Existe otra norma jurídica del BCC donde se limitó el nivel de operaciones diarias y mensuales desde las cuentas personales, por diferentes acuerdos internacionales que Cuba ha firmado. ¿Un callejón sin salida?

¿Y el mercado cambiario para cuándo? Los responsables de las políticas públicas ni hablan del tema, se aferran a las sombras de otros problemas. El cuello de botella financiero que se viene es terrible, donde quien más pierde es Cuba. Si los socios de las empresas privadas no perciben cómo cerrar el ciclo económico, la única opción que les dejan es el cierre. ¿Será intencional esta consecuencia?

Se está pisoteando la confianza y en el mundo de los negocios es fundamental. Si ese el trato con los inversores nacionales, los inversores foráneos se la pensarán más de una vez.

La implementación de políticas públicas que atacan un problema, no su causa, van a generar desajustes económicos y financieros nuevos y crecientes, con nuevas indisciplinas. Ya he visto quien ofrece la posibilidad de entregar efectivo por transferencia a cambio de un porcentaje del monto de la transferencia. Los errores y horrores de los decisores lo pagan los más vulnerables. Se debe ver la economía como un conjunto de actores que establecen disímiles relaciones y que interactúan de manera distinta, no uniforme ni manera recta. No es magia, sino la aplicación de las ciencias económicas con sus leyes con la valoración y evaluación de los escenarios para los mercados diferentes. La necesidad que tiene un pensionado o un trabajador, no es la misma que tiene un empresario.

Cuba requiere de una verdadera actualización del modelo económico cubano, con un grupo de reformas que nos permitan salir del pantano. El bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos está allí, pero en ocasiones, percibo que desde adentro se contribuye mucho más para maximizar el bloqueo interno.

¿Se permitirá pagar de manera directa al proveedor en el exterior? ¿Qué justifica el monopolio del comercio exterior? Existen experiencias empresariales de un sector económico que funciona sorteando las barreras de las medidas de USA y se mantiene el grupo empresarial como un baluarte e insignia de la resistencia y la creatividad. ¿Por qué ese carácter exclusivo?

¿Qué representa 5 mil CUP para pagos menores en la actualidad? Casi nada, dirán mucho. De hecho, la liquidación de las dietas se podrá realizar a las tarjetas magnéticas de los solicitantes y con ello, vivir dependiendo de la disponibilidad del cajero automático, pues hay productos y servicios que no se accede de manera formal. Los ejemplos sobran, pero el salto en la bancarización implica mucho de la actitud de todas las partes implicadas. Aún hay actores económicos no estatales que venden sin factura y quieren el pago en efectivo, resuelven ellos y el comprador obtiene lo que buscaba pero sin justificantes de compra o el servicio brindado.

¿Los gestores cobradores quedaron sin trabajo? Tendrán estos Trabajadores por Cuenta Propia que adaptarse o quedarán en el recuerdo, pero es molesto que en período de aporte al fisco se ocupe durante jornada enteras una o dos cajas de sucursales bancarias o CADECA para estas labores, teniendo la posibilidad y alternativa del pago por canales electrónicos para el aporte a la ONAT.

Debemos pensar más en las soluciones que en los problemas, pasa el tiempo y sigo escuchando convocatoria a reuniones y visitas que no resuelven casi nada, con acuerdos que se incumplen y los resultados para un año lejano del cual no sabremos si estaremos vivos para contarlo.

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